Eres hija de padre etíope y madre cubana, pero naciste en Rusia, ¿cómo resulta para ti esta diversidad cultural?
Al principio fue difícil, cuando uno es niño intenta ser como los otros y la diferencia, que después se nos convierte en un bien preciado, nos parece un abismo insondable; por eso le pedí a mi mamá que me dejara de hablar en ruso y desde casi los cinco decía:
No… lo… en..tien…do.
Esta es una medida que tomamos los seres humanos para defendernos de lo diferente, pero cuando pasa el tiempo y nos hacemos mayores nos damos cuenta que precisamente es la diversidad la que nos hace interesante la existencia. Los artistas somos como canales de energía, cristales por donde pasa la luz que el universo nos regala y todo lo que nos constituye hace al arte que emanamos. Es tan rico ver como se funden en una obra las influencias de varias regiones, países o continentes y lo resultante es un producto mágico con toda la fuerza de un nuevo ser, si, porque la creación es un acto de entrega y amor en el cual los creadores no somos más que meros servidores con la única misión de abrir la puerta. Después, la historia será contada por ese que llegó recién al mundo.
“Todo puede suceder… En esta vida cruel… Nada es casual, ni la distancia, ni el olvido, ni el adiós sin despedirnos. Todo puede ser lo mismo y al final nunca es igual…Cuántas cosas nos dijimos. ¿Qué nos queda? ¿Qué vivimos? Tantas ganas de callar y amar. No más. El amor es conquistarte…”
Este fragmento es de una de las canciones que conforman tu CD “My self y yo” donde mezclas varios ritmos que van desde el jazz, pop, el blues, el rock, ligados a tus raíces cubanas, casi todas las canciones fueron compuestas por ti. Pero además tienes una amplia carrera como artista de la plástica, trabajando en varios proyectos, desde la ilustración de libros, revistas y otros, con varias exposiciones individuales y colectivas…Cuéntanos sobre tus inicios en la plástica y la música.
Música y pintura dos lenguas de la misma región. Yo pintaba desde que era muy pequeña y si mal no recuerdo por ese mismo tiempo le cantaba Cuentos-Canciones a mi mamá, creo que era eso, me gustaba tanto contar historias que hasta fantaseaba cuando miraba al cielo, y les decía a mis amiguitos que era como estar en la playa y al decirlo, casi podía sentir el frescor del agua. Con 13 ó 14 años mientras estudiaba en la escuela de pintura y dibujaba en las hojas secas de los árboles, pues no eran tiempos de vacas gordas; empecé a escuchar “Mis Primeras Canciones”, melodías y letras que flotaban constantemente en mis pensamientos hasta que Zaz…lograba descifrarlas completamente y escribirlas…es decir, sólo el texto, pues no tenía la más mínima idea de lo que era el lenguaje musical. Lo que increíblemente sucedía era que cada vez que leía lo que había escrito, recordaba la música exactamente igual. Un día no muy lejos de aquella fecha quizás uno o dos años después, decidida a que no sólo de pan vive el hombre, fui a la Editorial Letras Cubanas y allí estaba un señor muy grande, de tamaño y corazón llamado Montoto el que amablemente escuchó todos mis sueños y miró todos mis dibujos, a pesar de yo ser una pequeñaja vestida de uniforme y me dio mi primer encargo Como Ilustradora. De las canciones, bueno, ellas me siguieron acompañando hasta que “Ya no podía más…”
-Con tanta música en la cabeza…yo que no soy músico… Yo no he estudiado eso ¿por qué a…mi? Me pregunté.
Y tuve silencio por respuesta.
Gracias a unos amigos que al escuchar mis temas me dijeron: “Lo que tienes que hacer es estudiar música, para que le puedas decir a los otros tus ideas, pues se oye que no sólo estás cantando una canción, tú puedes sentir el resto de lo que suena y eso querida, sólo lo sabes tú”.
Y así comencé en la escuela anhelando poderme comunicar, sacarlo todo y compartirlo. Escondida detrás de las voces del coro, donde me inserté para exclusivamente encontrar intérpretes que pudieran hacer mis piezas, ya había comenzado con la música coral y de cámara y mi voz era solamente para mostrarle a los demás con dos p.(pianismo) que era lo que quería. Canté por primera vez, más alto que de costumbre, en un sitio que estaba en La Habana Vieja llamado el Caserón del Tango, lo descubrí por casualidad y como allí la gente era libre de decir y hacer lo que quería, me arriesgué a cantar.
Luego de esto cada vez se me hizo más claro que si yo no mostraba mis piezas nadie más cantaría y así ha sido hasta hoy. Me he considerado siempre más compositora que cantante más vehículo de la información que fin.
Fuera de Cuba te has presentado en países como España, Italia, Francia…como fue la experiencia de estar frente a un público tan diverso.
La gente donde uno esté sobre todo es Gente y lo que les mueve es algo más allá de cualquier palabra. La música tiene la propiedad de encontrar un camino armónico hacia el corazón del mundo, donde todos los seres hablamos la misma lengua.
Actualmente resides en Barcelona, ¿cómo llegas allí y por qué Barcelona?
Barcelona es una ciudad maravillosa con mar y montaña, mi destino no lo hice yo, como siempre hay algo más allá que nos reserva sorpresas de vida. Y como buena ciudadana del mundo, aquí estoy, recibiendo el néctar de cada día, viviendo intensamente, intentando aprovechar cada pequeño instante pues el mañana será después y es sólo ahora que estoy viviendo.
¿Cómo acontece allí tu vida desde lo profesional y lo personal?
Aquí soy una artista más, en esta ciudad de Arte, dónde vivir lo es también y dónde alguien que amo acostumbra a decir:
-Llegan muchos buscando un sueño…
Y se encuentran que este es un puerto repleto de soñadores con sus barcos anclados, balanceándose, mirando al horizonte a la espera de más y más viajeros, que siempre llegan con Fe, que es la carga más valiosa por estas tierras.
¿Si alguien eligiera España como un país destino para vivir cuál o cuáles serían tus consejos?
Para vivir en cualquier sitio del mundo se tiene que estar muy bien consigo mismo. En todos los lugares hay cosas buenas y malas, pero lo bueno y lo malo depende de cómo se mire y por supuesto de quien lo esté mirando. Lo mejor es no esperar nada y disfrutar lo que la vida nos regala. Ahora se habla de crisis en todas partes, para mi esta es una palabra común todavía no he conocido otra situación, porque desde chiquitica he reído y he llorado al son de la Crisis. Así que tal cual, depende del lente con el que se mire: “a veces azul, a veces rosado, pero lo que importa es que no me han cambiado; decir de poeta que en tierra lejana disfruta los sueños pues soñar no mata”.
Arema actualmente trabaja también en el proyecto Arema Arega Music, Painting & Fashion
Entrevista realizada por Mariana Benítez (La Habana – Cuba)