Un ir y venir de personas por toda la ciudad se observa a cualquier hora del día. “El Castillo Sforzesco”, que se encuentra en el casco antiguo de la ciudad se comenzó a construir en el siglo XIV, actualmente alberga un museo de arte con variadas e importantes exposiciones. Recorrer la ciudad caminando, o en buen cubano “a pie”, permite descubrirla completamente, desde las partes más turísticas hasta esas que no lo son pero que igual tienen su interés y sus encantos.
De Milán tomamos el tren para irnos a Iseo, este es el cuarto lago más grande de Lombardía y se sitúa próximo a las ciudades de Brescia y Bérgamo. Es uno de los lugares más bellos de Italia así que es necesario tomarse un tiempo para admirar el entorno, apacible, fresco, lleno de una belleza natural que cautiva. El aire marítimo que envuelve toda la zona llena de paz, de una sensación de tranquilidad y relajación que nos invade. Para visitar los pueblos alrededor del lago se puede tomar el ferri. En estos pueblos no solo se puede hacer la tan gustada “visita gastronómica”, importante e inevitable si se está en Italia, sino también dar un paseo en bici y compartir con los pobladores del lugar, y así como degustar los mejores quesos de cabra de la región. En el centro del lago se encuentra la isla lacustre más grande del sur de Europa el “Monte Isola”.
Vivir en cualquiera de estos pueblos seguramente significaría una experiencia gratificante, no solo por sus paisajes naturales, sino además por su tranquilidad, en el Monte Isola por lo general es difícil ver autos, los vehículos son bicicletas, motos, lanchas y barcas, lo que le confiere un ambiente mucho más agradable del que ya tiene y por supuesto se respira un aire natural, cero contaminación. Y si es amante del pescado podrá darse gusto sobre todo en el pueblo de Clusane, cada especie de pescado se cocina de una manera diferente de acorde a la tradición del lugar, en julio se realiza la semana de la “Tenca al horno” en la que se cocina este pescado rellenándolo con queso, pan y especias en hornos de terracota y acompañado de polenta (alimento elaborado a base de harina de maíz).
Si lo desea puede visitar la comarca de Franciacorta, entre Brescia y el Lago Iseo. Esta zona es muy conocida por la belleza de su entorno lleno de viñedos y por la producción de vinos tintos, blancos y espumosos. El nombre de “Franciacorta” ahora se relaciona también con un vino espumoso de demostrada calidad conocido en todo el mundo. Los vinos son producidos con el método de la doble fermentación en la botella. Así que sentarse y saborear un buen vino admirando el paisaje tampoco se debe dejar de hacer.
En fin, que visitar esta isla es algo que si estamos en Italia no nos podemos perder, admirar el lago, disfrutar de cada pueblo y extasiarse en sus paisajes es algo de lo que nunca nos arrepentiremos, existen varios bed and breakfast donde pasar los días, la mayoría de estas casas tienen un aire barroco, como de castillos de antaño, lo que le da a los pueblos, con calles aún de adoquines, un toque mágico; pareciera en algunos momentos que nos trasladamos de siglos.
Pero ya debemos dejar este increíble lugar, y toca el turno a otra región del norte, el Friuli-Venecia Julia, abarca la región histórica geográfica del Friuli y la región geográfica de Venecia Julia, cada una tiene su propia historia, costumbres y culturas. Esta región es la quinta más pequeña del país y la más nororiental de Italia, limita además con los países de Austria y Eslovenia y con el mar Adriático. Abarca una variedad amplia de climas desde un clima mediterráneo en el sur hasta un clima continental alpino en el norte. Sus paisajes se caracterizan por las grandes cadenas de montañas que entre otras incluye la parte final de los Alpes. Los amplios bosques de pinos, los lagos, las numerosas corrientes de ríos que descienden de las montañas y vastas llanuras dotan al lugar de un encanto natural propio de una obra de arte. La zona es muy conocida como destino turístico. En esta región se habla un dialecto, el friuliano
Entre las ciudades de la región está Cividale del Friuli, en la época romana y sobre todo durante la alta Edad Media fue una ciudad muy importante, hoy en día conserva gran parte de su arquitectura medieval, es una ciudad apacible y entre los lugares de interés están el Puente del Diablo de construcción también medieval, su nombre está asociado a varias leyendas populares.
Udine por su parte es la capital de la provincia del mismo nombre, ubicada también en la región de Friuli-Venecia Julia, es una ciudad amplia con varios atractivos, con una parte moderna y otra con toques más antiquísimos. La Università degli studi di Udine, una de las más importantes se encuentra aquí, se puede entrar y visitar sus salones y aulas sin problema alguno. La ciudad cuenta además con un jardín botánico. La Loggia del Lionello y la Piazza Libertá están entre las edificaciones más importantes para visitar.
Si gusta del deporte y del turismo natural puede escalar el pre Alpes de la zona, o caminar por los vastos boques o ir en bici por las carreteras que están ladeando las montañas. Entre las atracciones naturales de la región está además el complejo de cuevas de Grotte di Villanova, ubicado en Lusevera, provincia de Udine. Es la más grande cueva formada por dos diferentes tipos de rocas. Está equipada para el turismo subterráneo, es un verdadero milagro de la naturaleza este lugar.
Claro que hay un lugar muy especial que no se puede dejar de conocer, llena de romanticismo y de historias de amor, la llamada ciudad de los canales y no podía ser otra que Venecia, llena de puentes, de edificios adornados con flores. Cada año esta ciudad recibe más de 15 millones de visitantes. Desde 1978 Venecia forma parte del patrimonio cultural de la humanidad por decisión de la UNESCO. Lo mejor para llegar aquí es a través de trenes, pues en auto resulta muy engorroso, es preferible conocer la ciudad caminando, descubrirla en toda se extensión y elegancia. El transporte colectivo que se utiliza en la ciudad se realiza mediante embarcaciones transbordadoras conocidas como vaporettos. Venecia fue construida en un archipiélago de 118 pequeñas islas junto el mar Adriático. Es famosa en el mundo por sus cerca de 150 canales. La clásica embarcación de la ciudad es la góndola, utilizada fundamentalmente para los turistas, bodas, funerales y otras ceremonias.
Venecia además a lo largo de los años ha gozado de una fama legendaria por su largo patrimonio artístico y su influencia y referencia en la pintura europea, la llamada “Escuela Veneciana” influyó en disímiles maestros como Rubens y Velázquez y fue decisiva también en la pintura barroca. Sin dudas una de las festividades más populares es el carnaval, durante los diez días que dura la gente se disfraza y sale a la calle. Mayormente los trajes son coloridos, imitando los modelos de pinturas antiguas y cubriendo el rostro con máscaras muy decoradas que se han convertido en un símbolo de la ciudad. En cada calle hay tiendas donde comprar cualquier variedad de estas máscaras desde pequeño hasta gran formato. Es sin lugar a dudas una ciudad llena de encanto, desde la plaza de San Marcos, rodeada de famosos edificios, al fondo de la misma está la basílica del mismo nombre, una joya arquitectónica de la cultura bizantina. Venecia es ese lugar mágico para el amor, veía esta ciudad en las películas y pensaba que era un poco exagerado lo que decían de ella, que encantaba a todo aquel que la conocía y es cierto. También por ese aire misterioso que la envuelve, toda rodeada de agua. Así que Italia desde sus más disímiles paisajes, mar, montañas, llanuras, grandes ciudades y apacibles pueblos es en definitiva uno de los países del viejo mundo con un encanto que atrapa a cualquier visitante; desde probar sus ricos vinos, hasta su exquisita variedad de recetas culinarias, visitar sus museos, admirar su arquitectura, conocer a su gente será en todos los sentidos, único.
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Mariana Benítez
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