Vivir en Paris: la historia de María Torres
María, de corazón maño, se fue a vivir a Madrid para empezar Psicología en la Universidad Complutense. En 4° de carrera tuvo la oportunidad de estudiar un año fuera mediante el programa Erasmus y este hecho marcó su rumbo hasta el momento. Decidió vivir en París, se enamoró de la ciudad pero sobre todo de las oportunidades de aprendizaje y a día de hoy lleva 3 años sin dejar de formarse y complementando sus estudios de máster en el departamento de psicoanálisis con trabajos temporales.
¿Por qué fuiste a vivir a París?
En primer lugar porque quería viajar y largarme de la Complutense y el francés era la mejor opción, el inglés se me da fatal así que me decidí por Francia que además ofrecía planes de estudios con muy buena pinta y unos vuelos ryanair directos a casa.
¿Por qué te querías ir de la Complu? ¿No estabas bien?
Quería cambiar un poco porque estaba algo desmotivada… El contenido que ofrecían era bastante rígido y buscaba orientaciones que no encontré en mi universidad.
¿Cómo fue la primera impresión? ¿Habías estado antes? ¿Te costó mucho encontrar alojamiento?
Había estado ya antes haciendo un viaje con el instituto del que me acordaba de todo menos de la ciudad, así que cuando llegué para instalarme lo pisé de nuevas y lo disfruté muchísimo, así sin parar hasta ahora. La universidad nos dio plaza en una residencia y no me di cuenta de la suerte que tuvimos hasta que nos pusimos unos meses después a buscar casa… Que es la misión imposible de esta ciudad.
¿Cómo es tu día a día?
Sobre todo muy poco constante. En los tres años que llevo viviendo aquí cada 3 o 4 meses he cambiado el ritmo. Estuve de Erasmus, luego con un convenio de prácticas y ahora mismo intento combinar el sobrevivir económicamente con estudiar, que se me acabaron todas las becas de tanto usarlas. Entre semana trabajo de babysitting todo el día y doy clases de español para sacarme un poco más de dinero… Los lunes por la noche, los miércoles y los sábados voy a clase. Ése es el día a día de hoy.
¿Consideras que es fácil encontrar trabajo allí?
Es muy fácil encontrar trabajo temporal. Bares, tiendas… Es una ciudad que se mueve mucho por su turismo. Si buscas algo más especializado hay profesiones que están muy demandadas, sobre todo en el terreno de la salud, y otras que supongo que no tanto…
¿Qué es lo que más te gusta? ¿Lo que menos?
Lo que menos me gusta, dejando de lado la lluvia, es que tiene un aire muy superficial en muchísimos aspectos tanto de la gente que la habita como de la ciudad misma… Da una sensación de perfección muy poco realista.
¿Te planteas quedarte para siempre?
Hasta ahora siempre he tenido la sensación de estar de paso, aunque se alargue cada vez más… No sé cómo o cuando acabará pero es un amor-odio que no puede durar infinitamente.
Cuando hablabas del aire superficial… ¿quieres decir que está enfocada mucho a la estética y a la belleza?
Quiero decir que está todo recubierto de un modo muy conseguido, que es la ciudad del amor y con todas sus razones para serlo, pero tiene su otra cara de la moneda que no salta tanto a la vista en una primera mirada. Parece que no haya lugar para la imperfección y sin embargo existe en grandes cantidades y a lo loco, solo que está bien escondida, o a veces demasiado presente pero ignorada. A ver quien se atreve a ir en el metro con una silla de ruedas sin que se convierta en una escena de Jackass por ejemplo.
¿Cómo es para ti el día perfecto en París?
Si pudiera escoger… Para empezar tiene que ser un día que haga sol, una mañana soleada y un desayuno de esos de volver después a la cama, de morirte de comer, porque la verdad es que aquí todo lo que lleva mantequilla y azúcar (pasteles, croissants, etc) hay que probarlo, las panaderías son muy adictivas. Iría a pasear, pasear y pasear… Es una ciudad para caminarla… Aunque el día a día te obligue a coger el metro y vivir la parte subterránea, París se descubre a pie, no hay ni una sola esquina que no merezca la pena. Por otra parte, aunque no tenga mar, están el Sena y el canal de Saint Martin (con playas y todo, se lo curran fuerte) y es una maravilla hacer picnics o tumbarte en cualquier jardin. Es curioso porque la gente se cree que el botellón es Marca España pero no he visto un lugar en el que se beba más en la calle que aquí en París. La diferencia está en que en vez de beber un whisky o un calimocho en una litrona te bebes una botella de vino en copa de plástico. Todo mucho más de postal.
Preguntas cortas:
– Un bar/restaurante favorito: El bar que hace esquina en el mirador de Belleville.
– Un lugar preferido: Pues… el mismo parque de Belleville o las escaleras y las vistas del Sacré Coeur con una cerveza en la mano.
– Un lugar que odias: El intercambiador de metro de Chatelet y sobre todo sobre todo el aeropuerto de Beauvais… Aunque esto ya no está en París.
– Palabra o frase francesa que más repites (¡merci no vale!): ¡fromage?
– Cantante/grupo francés preferido: George Brassens, ¡muy original eh?
– Película francesa que te guste: Ensemble, c”est tout. No es un peliculón pero me trae muy buenos recuerdos.
– Mejor estación del año en París: En París más que estaciones lo que existen son días con suerte en que sale el sol y se vive como si no hubiera mañana.
Por último, ¿qué le aconsejas a un español random que decide mudarse a París como tú?
No desesperarse mucho y poner todas las energías en ello. Cuando aterrizas se pueden complicar un poco las cosas (hacer papeleos, encontrar casa) y no es una ciudad que te lo ponga fácil. Pero es fundamental guardar la calma porque en un momento o en otro todo da media vuelta, París se ilumina y merece tanto la pena haber llegado que lo difícil es marcharse.
En cuanto al idioma, si te quieres comunicar con cualquier francés no hay mucho problema pero comunicarse con un parisino suele ser más complicado… Algunos van a hacer como que no te entienden aunque les estés diciendo “Un café s”il vous plait”. Siempre queda la opción de hablarles con las manos a la italiana.
Entrevista realizada por Sara D”Eustacchio